La Arquidiócesis de Acapulco revocó la prohibición ante la incidencia de falsas ceremonias.
Acapulco, Gro. | Domingo 06 de noviembre de 2011
Adriana Covarrubias Sandoval | El Universal
Luego de 11 años de haberse prohibido la celebración de misas de bodas en las playas de Acapulco, la Iglesia Católica de Guerrero autorizó nuevamente estás celebraciones en lugares externos a los templos.
En septiembre de 2002, la Arquidiócesis de Acapulco, a cargo de monseñor Felipe Aguirre Franco, emitió el documento Dignidad de los sacramentos de la Iglesia, en el que prohibió esas celebraciones fuera de las iglesias.
El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfías Merlos, anunció que la Iglesia Católica volverá a celebrar misas de bodas en las playas, ya que a pesar de que se habían prohibido se seguían realizando de 10 hasta 15 ceremonias de matrimonios que eran inválidas por ser oficiadas por falsos ministros que no pertenecían a la Arquidiócesis.
En conferencia de prensa, al término de la homilía dominical, el prelado católico dijo que él mantuvo esa medida de su antecesor, pero ahora al consultar a laicos y presbíteros, así como obispos de otras provincias, se decidió invalidar la prohibición, haciendo uso de la facultad que le confiere el derecho canónico.
Las misas de bodas en las playas eran celebradas por ministros falsos o que están fuera de comunión de la iglesia.
A partir de esta fecha podrán celebrarse los matrimonios y otros sacramentos fuera de los templos parroquiales y capillas, en los hoteles donde ya se celebra la santa misa dominical de ordinario.
"O en otros lugares previamente aprobados, siempre que sea conforme a las normas del derecho canónico", dijo.
Dijo que ante la urgente necesidad de ofrecer una mejor atención pastoral a los contrayentes que libremente soliciten la celebración del sacramento del matrimonio fuera de una iglesia y asumiendo de manera colegial esta responsabilidad con el presbiterio que "concedo esta gracia para toda la Arquidiócesis de Acapulco".
Garfias Merlos refirió que la celebración de bodas inválidas le representaba un problema pastoral, porque había, de acuerdo con información que le dieron prestadores de servicios turísticos, hasta 10 y 15 ceremonias por semana en las playas, oficiadas por falsos curas.
"Constantemente se están haciendo bodas, a orillas de las playas, realizadas por ministros falsos, o de otros lugares o que ya no están en comunión con la iglesia, o son sacerdotes que ya no están ejerciendo como tales", indicó.
Su interés por reanudar la celebración de bodas por parte de la Iglesia Católica, dijo, no tiene para él ningún interés económico, sino únicamente de tipo pastoral y litúrgico.
Artículo original publicado en: http://www.eluniversal.com.mx/notas/806760.html