Casi todos los elementos de las bodas y/o
tradiciones tienen una historia, es por eso que hoy les contaremos la del ramo,
aprovechando el #martesdebodas en twitter.
El ramo nunca puede faltar, ya sea en forma de
cascada, bouquet, minimalista o muy exagerado, el ramo es un accesorio que toda
novia lleva en ese gran día y el cual va pensado con base a su estilo, vestido
y cuerpo.
Pero ¿quién inventó eso de llevar un ramo de flores
el día de la boda?, ¿qué significado tiene?, ¿cuál es su origen?.
Rastreando la pista histórica del ramo de novia, pronto
empiezan a salir versiones que se remontan a épocas remotas de miles de años, o
de siglos en el mejor de los casos. Son explicaciones que se sumergen en la
noche de los tiempos prácticamente y que nos revelan el origen de este singular
accesorio floral.
Nos vamos encontrando por el camino a egipcios,
etruscos, romanos, griegos, caballeros templarios y así hasta llegar a nuestros
días.
Ya se hablaba de que en el Antiguo
Egipto las novias llevaban hierbas de aromas
fuertes que tenían la misión de alejar a los malos espíritus. Con el paso
del tiempo las simples hierbas fueron dejando paso a bellas flores que además
de espantar a los depravados fantasmas, eran un placer para la vista.
También se sabe que en la Grecia
Clásica las novias usaban hojas de hiedra a las que se les
otorgaba un significado de fidelidad.
Posteriormente nos encontramos a los
caballeros cruzados que también aportan su granito de arena a los ramos de
novia ¡quién lo iba a decir!
Al parecer las mujeres
sarracenas confeccionaban pequeños ramos de flores de azahar(símbolo
de pureza) para el día de su boda. Esto les pareció gustar a sus enemigos,
los cruzados, y lo copiaron.
Pero la que más me ha llamado la atención ha sido
la versión que se remonta al siglo XV y que sugiere que las novias
llevaban flores para combatir el mal olor corporal.
Esto que hoy nos puede sorprender, tiene su
explicación. En esa época se aprovechaba cuando en la primavera empezaban
a llegar los días más cálidos, por los meses de abril-mayo, para darse cada
cual su “baño anual”
Sí, tal como suena, baño
anual. (Debían pensar aquello de que un baño al año no hace daño). Y
aprovechando que la novia estaba limpia y reluciente se oficiaba la boda para
el mes de junio.
Para no dejar ningún cabo suelto la novia llevaba
el oportuno ramo de flores que conseguía mitigar el potencial mal
olor corporal. (Llama un poco la atención que al marido no se le aplicara ningún
remedio similar.)
En fin, ese es el pasado de los hermosos ramos de novia...
y tu ¿Sabías su origen?
J. Basualdo